Ayer recibimos dos noticias que pueden representar un soplo de esperanza y aire fresco para la regeneración política.
Jaume Matas, ex presidente de Baleares y ex ministro, ha sido condenado a seis años y un día de cárcel y nueve de inhabilitación. A su vez Francisco Javier Guerrero, ex director general en la Junta de Andalucía ingresa en prisión.
Y aunque humanamente nadie se debe alegrar del mal de otro, estas condenas deben representar una ráfaga de aire fresco para la imagen de nuestras instituciones.
Pero no nos engañemos, estos casos no son más que la punta del iceberg de una multitud de casos de corrupción que permanecen ocultos o de casos que han sido sobreseídos. Todos sabemos que el político tiene más armas para defenderse, ocultar pruebas, presionar a jueces o evitar la condena.
Además, a muchos, se les concede el privilegio del aforamiento, privilegio que viene de la tradición política en Francia e Inglaterra, donde hace más de dos siglos se buscaba proteger la actividad parlamentaria de organismos judiciales tradicionales. Hoy esta situación es completamente distinta y por suerte la actividad parlamentaria ya no se ve amenazada y por tanto, hoy el aforamiento ya no tiene sentido y es absurdo seguir con este privilegio que lo único que hace es dificultar la acción de la justicia contra los políticos corruptos.
Cuando hoy vivimos en una época de recortes y estrecheces, una época en la que la imagen de los políticos está más deteriorada que nunca, es necesario que los principales políticos realicen una apuesta valiente por la honradez en el ejercicio de sus funciones y no los maquillajes estéticos que muchas veces se nos proponen.
Para ello proponemos una serie de medidas que no pretenden ser ni una lista cerrada, ni excluyente, ni siquiera pretende ser completamente acertada, sino más bien lanzar ideas que puedan ayudar a mejorar el buen gobierno de nuestros políticos.
– Eliminar el aforamiento de diputados y senadores
– Creación de la oficina anticorrupción
– Separación del cargo público de una persona imputada.
– Tipificar como delito en el código penal la financiación irregular de los partidos.
– Agravamiento de las penas por corrupción política.
– Eliminar fondos de libre disposición, controles en torno al efectivo, ciertos pagos a proveedores y otras transacciones de alto riesgo.
– Limitación del gasto en Visas y teléfono.
– Medidas sancionadoras especiales contra las empresas que paguen sobornos.
– Eliminación de cualquier tipo de regalo de representación a cargos políticos.
– Crear un sistema de medición de la honradez política (mediante criterios objetivos) al que se sometan todo organismo público.
– Revisar los procesos de oposiciones públicas especialmente los municipales.
– Establecer la obligatoriedad de que las distintas administraciones públicas sean sometidas a una auditoría anticorrupción.
– Ofrecer medios accesibles y sencillos para la presentación de quejas, denuncias y peticiones de los ciudadanos.
– Generar instrumentos jurídicos de protección al empleado público que denuncie irregularidades
– ……..
Esperemos que los partido políticos realicen esta apuesta por la honradez política y se eviten en la medida de lo posible casos como el de Matas o Guerrero, ya que de los más perjudicados por la corrupción política son los políticos honrados que ven como se denigra su profesión.
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